Por: Angel Moreta (Autor-Editor)
El 16 de Agosto del año 2008, fue juramentado por tercera vez Leonel Fernández como presidente de la República por ante el Congreso Nacional. El presidente Bush nombró una comisión insignificante para asistir a los actos de juramentación, la delegación estuvo integrada por Robert Portman, ex-congresista republicano de Ohio; por el embajador de EU en la República Dominicana, Robert Fannin; por el ex-pelotero Julio Cesar Franco y Omar Minaya, Gerente General de los Mets de New York, ambos dominicanos.
La comisión designada por el presidente Bush ciertamente tuvo poca representación o categoría para representar al gobierno de los EU en la toma de posesión de Leonel Fernández. Evidentemente que una delegación de esa categoría representa una crítica o un desprecio diplomático al juramentado presidente, al igual que ocurrió con el desaire que hicieron los presidentes de Venezuela, Ecuador, Nicaragua y otros países. No sabemos a ciencia cierta si el desaire obedece a la política exterior del gobierno dominicano, que no tiene nada de más ni señales de independencia; o a política interior, el asunto del narcotráfico y las políticas del gobierno con respecto a la criminalidad, que son blandas y tiernas.
Tampoco sabemos si es por el asunto de petro-caribe y el convenio con Venezuela, pero esto no tiene nada significativo, ya que se trata de un asunto de carácter comercial, en el cual se beneficia el gobierno dominicano, pero de ningún modo el pueblo dominicano. La política exterior dominicana no es independiente, ni en ningún momento se ha distanciado de los intereses de EU. Por eso queda en la incógnita, el desprecio que ha molestado a la sensibilidad imperial; recordemos que los organismos de seguridad dan seguimiento estricto a los asuntos del narcotráfico, de la corrupción y de la perturbación de la democracia. Queda la incógnita, que ésta columna deja la solución al querido lector.
¿Por qué coincidieron en este punto Venezuela y los EU?… He aquí la cuestión.
