Por: Angel Moreta
La hermana República Bolivariana de Venezuela, por mediación por mediación del gobierno del presidente Chávez, con motivo de los desastres naturales que han ocurrido en la República Dominicana en la presente temporada ciclónica, donó al país quinientas viviendas pre-fabricadas, como un gesto de solidaridad, para ayudar a los damnificados de esos acontecimientos naturales adversos.
Dichas viviendas se encuentran en fase de terminación y entrega. Existe la aprehensión en sectores nacionales de que las mismas no serán entregadas transparentemente a quienes van destinadas. Como siempre, cuando hay donaciones de éste tipo, sectores gubernamentales pretenden entregar dichas viviendas, no ha quienes van dirigidas, sino a correligionarios, partidarios y comulgadores del partido en el poder.
La Embajada de la República Bolivariana de Venezuela ha expresado cierta inquietud en relación con las garantías de una entrega transparente y un funcionario dominicano vinculado a Venezuela ha expresado extrañamente que quien debe entregar esas viviendas es el Gobierno Dominicano.
Somos de opinión que las viviendas deben ser repartidas en base a determinados criterios de justicia social y derechos humanos; y que la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela debe permitírsele participar de las labores de selección, ponderación y entrega de las viviendas, de modo que la misma se haga de la manera más justa y ecuánime posible, donde intervengan criterios de justicia social, y en esto debe participar la embajada aludida.
Contrariamente a como opinó el funcionario a que nos referimos, la Embajada de Venezuela debe participar conjuntamente con el Gobierno Dominicano para que las viviendas vayan a las manos de quienes realmente las necesitan, tanto por su condición de pobres, como por su condición de damnificados. La corrupción en la República Dominicana debe ser controlada a su más mínima expresión y así poder ganarnos la buena voluntad y la solidaridad de países hermanos, como la República Bolivariana de Venezuela. Los mismos criterios y la misma ecuanimidad deben moderar el convenio Petro-Caribe, para que el pueblo dominicano se beneficie de manera efectiva de los gestos de solidaridad con nuestro país, pues sabemos que Petro-Caribe beneficia en muy poca cosa al pueblo dominicano, no por causa de Venezuela, sino del Gobierno Dominicano.
