Rusia es un objetivo ansiado para la Alianza Atlántica, opina Goiko Raicevic, líder del movimiento montenegrino de paz ‘No a la guerra, no a la OTAN‘.
Raicevic apuntó que otra razón por la que «toda persona civilizada» debe contrarrestar firmemente a la Alianza es «su tristemente célebre política devastadora, que lleva a cabo por todo el mundo en los últimos 20 años».
Además, dijo que la posible integración de Montenegro a la Alianza conllevaría la ruptura de lazos estrechos con Rusia, sosteniendo que «los serbios, los rusos y los montenegrinos tienen una fe común y en realidad son una nación».
Esta táctica, de «divide e impera», añadió Raicevic, ya ha sido implementada en Montenegro y también en Ucrania.
«Montenegro es un candidato ideal», dijo la fuente especializada en los Balcanes al descartar la próxima adhesión de cualquier otro país.
Con anterioridad, Polonia anunció la intención de invitar a Montenegro y a Macedonia a integrarse en la OTAN en la próxima cumbre de Varsovia, a celebrarse en julio de 2016.
Según una fuente del Gobierno montenegrino, citada por Kommersant, la incorporación a la Alianza es la única manera para afianzar la seguridad del país.
«Montenegro es el único eslabón no aliado en una cadena de países de la OTAN, todos nuestros vecinos en el Adriático son miembros de la Alianza», aclaró esta fuente.
La adhesión a la OTAN, agregó, es una buena garantía para inversores, de los que Montenegro depende mucho.
El periódico escribe que los montenegrinos esperaban la invitación a la OTAN y a en la cumbre de Gales, celebrado en septiembre de 2014.
En diciembre de 2015, siete meses antes de la cumbre de Varsovia, según confirmó hace unos días el secretario general Jens Stoltenberg, los jefes de diplomacia de la Alianza tomarán la decisión sobre la integración del país balcánico.
Entre 1999 y 2009 la OTAN incorporó a casi todos los países del antiguo bloque socialista, menos Serbia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia y Montenegro.