
Militares de la OTAN
La época del fin de la Guerra Fría en 1989 no logró acabar con los desafíos para la seguridad, sino que ha generado más conflictos, afirmó el politólogo Richard Sakwa en su artículo para The Conversation.
La crisis y la posterior guerra civil en Ucrania de 2013 mostraron a Europa lo inestable de la paz establecida desde 1989.
Además, toda la región de África del Norte se encuentra bajo una profunda crisis política y el Medio Oriente es también centro de ‘guerras auxiliares’ a múltiples niveles, opinó Sakwa, profesor de la Universidad de Kent especializado en los asuntos rusos y europeos.
Siria es uno de los países que se ha convertido en una ‘manzana de la discordia’ para Rusia y Estados Unidos puesto que ambos países buscan influir en el destino del país.
Es uno de los lugares donde un hipotético conflicto armado puede empezar, pero existen tantos que «es imposible predecir dónde exactamente se desatará el enfrentamiento bélico», advirtió el experto.
Escaladas y militarización
Por un lado, EEUU empuja al aumento de la presencia militar de la OTAN en la frontera terrestre, marítima y aérea de Rusia. Este fortalecimiento intensifica las tensiones entre los dos países, afirmó el autor.
Moscú percibe la instalación del escudo antimisiles en Polonia y Rumanía como un intento de privarla de su capacidad de disuasión nuclear. Además, EEUU realiza abiertamente maniobras de sus buques de guerra a tan solo unas decenas de kilómetros de las bases navales rusas en el mar Báltico y el mar Negro.
Rusia, que califica estos actos como hostiles, en respuesta advirtió de un posible despliegue de sus fuerzas nucleares en la región de Kaliningrado y en Crimea.
Además, el país está en las fases finales de prueba de sus propios sistemas antiaéreos S-500, capaces de destruir misiles balísticos intercontinentales estadounidenses, así como misiles de crucero hipersónicos.
Por otro lado, ciertos analistas militares reiteran que fue Rusia la que violó el consenso de posguerra fría con sus acciones en Ucrania —la reunificación con Crimea—, señaló el experto.
«Este tipo de fantasías son muy populares en la OTAN. Cabe recordar que tras el inicio de la crisis en Ucrania, el excomandante del mando europeo de la OTAN, Philip Breedlove, se convirtió en un experto en las ‘eventuales invasiones rusas'», destacó Sakwa.
Las raíces del error
La supuesta ‘agresión rusa’ que penetró en el lenguaje de los países occidentales se convirtió en el foco de preocupación de la OTAN. Sin embargo, nadie trató de entender las raíces de la actual situación.
«La crisis en Ucrania no surgió por sí sola», sugirió el experto, recordando el papel de los países occidentales en el desarrollo de los desacuerdos políticos en el país eslavo.
Sin embargo, la Alianza apuesta por «más de lo mismo»: en la cumbre de la OTAN en Varsovia, prevista para julio de 2016, seguramente, los países del bloque confirmarán que tanto ‘la amenaza rusa’ como ‘el aventurismo iraní’, ‘el expansionismo chino’ y ‘la inestabilidad de Medio Oriente’ todas son amenazas para EEUU y sus aliados, vaticinó Sakwa.
Según Richard Sakwa, no se puede prever cómo comenzará la guerra entre la OTAN y Rusia, o cómo va a ser. Sin embargo, seguramente será la última guerra de todas.
Así, es necesario que todas las partes reconozcan los errores del pasado para empezar un nuevo proceso de diálogo y compromisos. La política de sanciones permanentes y la retórica de violencia solo empeoran la presente situación, posibilitando que «un pequeño incidente saqué la situación fuera del control», concluyó el autor.