Tony Raful (Listin, 31-1-17)
Se firmó en Puerto Rico, el 30 de enero de 1965, el “Pacto de Río Piedras” entre el Partido Revolucionario Dominicano y el Partido Revolucionario Social Cristiano, con la finalidad de luchar por el restablecimiento de la constitucionalidad, violentada por el Golpe de Estado militar del 25 de septiembre. Las movilizaciones estudiantiles, sindicales, profesionales, sacudían el territorio nacional, bajo la orientación política de agitación del inolvidable José Francisco Peña Gómez, como conductor táctico de la lucha por el derrocamiento del gobierno ilegítimo del Triunvirato. A la par, el movimiento popular penetró en los cuarteles, acción conspirativa dirigida magistralmente por el doctor José Rafael Molina Ureña. Curiosamente, a la firma de ese Pacto, no fue invitado el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, habiendo sido esta organización, una de las que más rápidamente enfrentó el Golpe de Estado, la más consecuente institución partidaria, derramando su sangre generosa en las montañas quisqueyanas, luchando por el retorno a la constitucionalidad. ¿Por qué el Movimiento 14 de Junio no estuvo en el “Pacto de Río Piedras”?
Es necesario destacar que cuando los legisladores eligieron en sesión clandestina a través del Congreso, al doctor Juan Casasnovas Garrido, en su condición del presidente del Senado, como Presidente constitucional en ausencia del Presidente y Vicepresidente de la República, exiliados en Puerto Rico, para dar paso al contragolpe militar constitucionalista frustrado del 30 de octubre de 1963, la todavía Agrupación Política 14 de Junio (convertida en Movimiento Revolucionario 14 de Junio al insurreccionarse en las montañas) manifestó públicamente su apoyo a la “fórmula Casasnovas Garrido”, por lo tanto se integró a la lucha inmediata por el retorno a la constitucionalidad. En su documento de apoyo a la acciones congresionales, el 14 de Junio exigió castigo ejemplar para los militares trujillistas participantes en el Golpe. Esta petición resultó ser la nota de la discordia entre Molina Ureña como principal jefe civil del movimiento de la “fórmula Casasnovas Garrido” y la Agrupación Política 14 de Junio. Molina Ureña, en declaración pública desestimó el apoyo del 14 de Junio, por cuanto pedía o exigía acciones contra los militares golpistas que no habían sido propuestas por la “fórmula Casasnovas Garrido”. El movimiento de la “fórmula Casasnovas Garrido”, había sido conformado entre otros sectores, por un ala militar balaguerista del Cuartel, algunos de cuyos integrantes aparecieron firmando el Manifiesto del Golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963. Ese sector militar de origen claramente balaguerista, no se sintió representado por los otros jefes militares que se identificaron con la “Unión Cívica Nacional”. Los “cívicos” eran furiosamente antitrujillistas y antibalagueristas, en ese período, y al detentar el poder político, favorecían al mando militar que de manera oportunista se identificó con ellos. Molina Ureña y el PRD entendieron, que amenazar con medidas represivas a los militares en su conjunto, por su responsabilidad en el Golpe, vulneraba la alianza soterrada que se había logrado con el sector militar balaguerista de origen netamente trujillista. Recuérdese que el profesor Juan Bosch ganó las elecciones de 1962, con el apoyo eventual, entre otras fuerzas de los sectores trujillistas del país, a quien Bosch no atacó directamente, indicando que la lucha era social, contra las injusticias y los privilegios del poder, estableciendo diferencias esenciales entre “los hijos de machepa y los tutumpotes”, conceptos enriquecedores de la inventiva popular, por lo cual fue acusado por los “cívicos” de introducir en el país la “lucha de clases”, un solemne disparate.
El discurso de los “cívicos” fue rabiosamente antitrujillista. Pero los militares balagueristas eran seguidores de Balaguer y no de Bosch, y frente al acoso cívico, optaron por Bosch, transitoriamente. ¿Por qué los militares balagueristas se enrolaron en la conspiración de la “fórmula Casasnovas Garrido”? Porque entendieron que derrocando al Triunvirato, propiciaban el retorno de Balaguer, independientemente de que Bosch regresara para terminar su mandato constitucional. Además sabían muy bien, que la Administración Kennedy estaba estimulando la “fórmula Casasnovas Garrido”, a contraposición de los sectores guerreristas del Pentágono. El 1J4 no lo supo. No estableció las contradicciones existentes en el plano militar, vio a las Fuerzas Armadas como un bloque casi monolítico, salvo algunos soldados jóvenes de tendencia democrática y simpatizantes del 14 de Junio, pero sin liderazgo suficiente por sí mismos, para dividir los cuerpos castrenses.
Al identificar como “trujillistas” a los golpistas septembrinos, el 14 de Junio ignoró que eran los “cívicos” y no los trujillistas los que habían dado el Golpe, que Balaguer no tuvo participación en el mismo. Encarnando un movimiento políticamente inmaculado, los jóvenes catorcistas, cuyas credenciales eran sus espaldas laceradas por el hierro de las torturas recibidas de los trujillistas en la “cárcel de la 40”, no podían establecer diferencias que favorecieran a sus verdugos de antaño. Bosch, Molina Ureña, Peña y el PRD, sí. De hecho ya Bosch lo había hecho en 1962. La respuesta de Molina Ureña, prácticamente excluyendo al 1J4 del frente de lucha de la “fórmula Casasnovas Garrido”, estuvo fundamentada, en que parte de los militares, que el 14 de Junio exigía que fueran castigados, porque sus nombres figuraron en la proclama del Golpe, estaban realmente conspirando con Molina Ureña para derrocar al Triunvirato, lo cual entorpecía la alianza con los trujillistas o balagueristas. Los militares que mataron a Manolo Tavárez Justo y sus compañeros, no eran todos “cívicos”, sino trujillistas; “cívicos” eran sus jefes, le tenían terror al 14 de Junio, en el que veían a sus sepultureros históricos. Bosch, que sí lo entendió así, en su obra, “Crisis de la Democracia”, dijo que el mandato de matar a Tavárez Justo, fue una encomienda que le dejó Trujillo a sus seguidores. Volveré sobre el tema de Río Piedras.