Negociar con Moscú mediante ultimátums es inútil y contraproducente, comentó la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, las conversaciones entre el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, y el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
El 11 de abril, Tillerson antes de partir a Moscú desde la ciudad italiana de Lucca, donde participó en una reunión ministerial del G7, llamó a Rusia a dejar de apoyar al presidente sirio, Bashar Asad.
Muchos medios interpretaron sus declaraciones como un ultimátum a Moscú.
«No lo considero un ultimátum, creo que todos entendieron desde hace mucho que es inútil y contraproducente viajar (a Rusia) con ultimátums», dijo Zajárova citada por la cadena Dozhd.
Según la diplomática, es una práctica común para Washington, «flexionar sus músculos, mostrar los dientes y expresar su carácter antes de conversar».
«En principio, esta es una de las tácticas del proceso negociador, expresar sus posiciones extremas y luego en las consultas suavizarlas de algún modo para llegar a una fórmula de compromiso», comentó.