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La autodefensa boba que hace Stanley Consultants en República Dominicana (I)

Escrito por Angel Moreta

Por: Angel Moreta (Autor-Editor)

Desde que arrancó el pleito judicial en 2013, contra Odebrecht-Tecnimont y CDEEE por causa de las innumerables y serias irregularidades del proceso de licitación pública internacional No. CDEEE-LPI-01-2013, por ante el Tribunal Superior Administrativo, se hizo evidente de manera cartesiana y casi aritmética la participación sesgada y cómplice de la empresa norteamericana Stanley Consultants.

En numerosas instancias, a través de sus abogados, el Consorcio Impe decidió “echar el pleito” hasta el último hálito en distintos tribunales a los que llegare a conocerse la acción de impugnación del proceso de licitación aludido porque a su juicio el mismo había sido contaminado y enturbiado por la presencia y las maniobras de la empresa norteamericana.

En el mes de marzo 2017 vinieron al país dos principales ejecutivos de Stanley Consultants con el fin de ser entrevistados y escuchados por el Procurador General de la República, funcionario a cargo de las “investigaciones”, lo cual ocurrió entre el 24 y 28 de marzo del corriente año. Ellos fueron los señores Larry Shell y Henry Marcquard, el primero ejecutivo de la empresa pero residente en República Dominicana y el segundo en EU.

En esa ocasión hicieron declaraciones a los medios de comunicación y explicaron que las evaluaciones técnicas se hicieron de acuerdo con los estándares y procesos internacionales; y además que los resultados de la evaluación que realizaron fueron los que utilizó CDEEE para adjudicar la obra al consorcio integrado Odebrecht-Estrella-Tecnimont. Afirmaron que se sentían orgullosos de trabajar con CDEEE en el proyecto de selección del mejor ofertante para la construcción de la termoeléctrica de Punta Catalina, compuesta de dos unidades que producirían cada una 337 MW.

Hicieron una autodefensa boba y pobre cuando al ser cuestionados respecto a la participación del asesor de CDEEE y miembro del consejo directivo del Grupo Estrella, Rodolfo Cabello, que participara en el proceso de licitación, respondieron que la presencia de Stanley Consultants “fue limitada y simplemente hicimos las evaluaciones. Stanley no ha tenido ningún tipo de involucramiento con otras áreas”, sin embargo no aclara sustancialmente por qué aceptó la presencia de un miembro del directorio comercial de Aceros Estrella, de Santiago. Constituye prueba de la presencia de los intereses del consorcio Odebrecht-Tecnimont-Aceros Estrella en las operaciones evaluatorias de la mencionada licitación, en la cual dicho señor Rodolfo Cabello era juez y parte.

De igual modo, valga mencionar algo que se produjo con posterioridad al escándalo generado por las reclamaciones del Consorcio Impe desde 2013, y fue el nombramiento de Agripino Núñez Collado en la comisión investigadora del caso mediante decreto 6-17 del presidente Medina, con el cual monseñor pasa a ser también juez y parte. Obviamente se trata una de las maniobras con las cuales las élites corporativas con asiento en el Palacio Nacional engañan a la sociedad dominicana; como también fue una maniobra la renuncia de monseñor de la empresa Aceros Estrella.

Ya sabemos que esa “renuncia” fue un gesto de aparente buena voluntad, que no deja de ser maniobra del poder político, la cual no agrega credibilidad a la presencia de monseñor en la comisión del decreto 6-17.

Obviamente, las afirmaciones de los dos ejecutivos de Stanley, arriba comentadas, no obedecen a la verdad cuando afirman que el papel de la empresa en la licitación internacional fue solo el analizar las propuestas técnicas que hicieron las empresas participantes u ofertantes, y que la decisión final de seleccionar a Odebrecht fue exclusivamente de CDEEE.

En este punto se lavan las manos como Poncio Pilatos, pues Stanley Consultants, siguiendo los lineamientos de CDEEE para favorecer al Consorcio Odebrecht-Tecnimont-Estrella, manejó la licitación en sus tres fases (precalificación, evaluación técnica y evaluación económica y financiera), de manera tal y con tales maniobras formales que bajo justificaciones baladíes, en la vigésima quinta resolución del comité de licitación, de las dos semifinalistas fue declarado descalificado el Consorcio Gezhouba-Impe, utilizando argumentos sofísticos y secundarios, con el fin de declarar en la trigésima y última resolución de dicho comité, a Odebrecht-Tecnimont-Estrella como participantes oferentes calificados.

Sobre el cuestionamiento de sobrevaluación de las plantas a carbón, dichos señores señalaron que si se toma como parámetro que algunas empresas hicieron ofertas más bajas, entonces se puede creer en eso, dicen, pero en realidad esas ofertas eran inferiores porque “obviaron en aspectos fundamentales requeridos por el Estado dominicano”, pero nunca dijeron cuales eran esos aspectos. Tampoco explican las razones por las cuales el Consorcio Odebrecht arribó a la fase financiera de la licitación de manera solitaria porque supuestamente se había descalificado en la fase técnica al emporio Gezhouba-Impe.

Este último ofertante, según esta maniobra, no pudo rebasar la fase técnica, con valor total de 50 puntos, y Odebrecht resultó calificada. Pero la maniobra consistió en una jugada atropellante, ya que Odebrecht técnicamente no podía ganar al Consorcio Gezhouba-Impe, pues la experiencia acumulada de esta empresa sobrepasaba en más de un 100% la experiencia de Odebrecht en construcción de plantas termoeléctricas.

Además, existen pruebas de que toda la licitación internacional fue manipulada secretamente por la empresa norteamericana, entre ellas las cartas y correspondencias que enviaba al vicepresidente ejecutivo de CDEEE; inclusive negando que antes de la licitación Stanley Consultants y Odebrecht tenían “conversaciones” para viajar a Kentucky a explorar la posibilidad de comprar plantas de producción de energía a carbón mineral; y llegaron a hacer contactos para dichas adquisiciones, que luego negaron.

La selección que hizo CDEEE de Stanley para las asesorías de la licitación fue resultado de una decisión unilateral de la principal autoridad de esa empresa; y se hizo sin concurso y sin convocatoria internacional. Fue un contrato privilegiado por un monto de 24 millones 976 mil dólares iniciales, incluyendo todos los impuestos aplicables al precio del contrato, con un primer pago anticipado de 5 millones de dólares y una garantía bancaria por el monto del anticipo emitida para CDEEE. La suma restante del precio del contrato seria erogada en pagos mensuales según factura y la empresa continuará prestando servicios a CDEEE hasta el 31 de octubre 2017.

CDEEE pagará a Stanley 511 mil dólares mensuales hasta la terminación y de manera adicional a los servicios prestados. En caso de producirse una dilación o extensión en el plazo de ejecución y terminación del proyecto, la empresa “continuará” prestando servicios a favor de CDEEE más allá del 31 de octubre del 2017.

Se trata de un contrato vigente que llegará a un costo total de más de 200 millones de dólares aproximadamente, suma que habrá que añadir a los 2,040 millones de dólares que figuran en el presupuesto EPC de Odebrecht y al pago de los intereses bancarios correspondientes.

Stanley Consultants no contaba con que Odebrecht se declararía culpable de cometer los crímenes de soborno y lavado en más de doce países extranjeros incluyendo República Dominicana, y dado el hecho cumplido de esta declaración se lavan las manos y formulan una autodefensa boba para lectura y conocimiento de los bobos (continuaremos).

 

Acerca del Autor

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

1 Comentario

  • Todo es explicable después que se comprende.- De bobos está plagada la humanidad porque es la única manera de lograr que los más astutos y poderosos se alcen con las riquezas de los países tras un cúmulo de promesas incumplibles. Así, bobo fue el consorcio Gezhouba-Impe, al momento de decidir competir en aguas turbias, asumiendo que se hallaría en aguas limpias y aptas para la navegación exitosa de la buena fe. Ahora el pleito se halla en los tribunales de la República con claros indicios de derrota de parte del consorcio Impe. Está claro que la vasta experiencia de dicho consorcio en la construcción de plantas termoeléctricas no fue ponderada como factor determinante en la lucha de licitaciones. Y es que en el mundo de las finanzas, el poder político es un subalterno sumiso y la justicia una bella mariposa que solo crea esperanzas y sueños. No se asuste usted, Angel Moreta, si ve a Odebrecht en la cima, victoriosa y majestuosa. De otro lado, nuestro Presidente es un ciudadano eminentemente político que poco sabe de Finanzas, y es por ello que hace descansar sus decisiones en la creación de «comisiones». Quizá usted y yo habríamos hecho lo mismo si el universo nos hubiera colocado en similar trance.

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