Nacionales Politica

¿Golpe a las constituciones?

Escrito por Debate Plural
V. Castillo Semán (Listin. 5-5-14)

En la semana recién transcurrida se produjeron tres declaraciones a las que el pueblo dominicano tiene que ponerle extremada atención, porque, como decía el fundador y líder histórico del PLD, Juan Bosch, “en política hay cosas que se ven y otras que no se ven; y las que no se ven, a veces son más importantes que las que se ven.”

Me refiero, en orden cronológico, a las declaraciones del licenciado Reynaldo Pared, doctor Milton Ray Guevara, y el doctor Leonel Fernández.  Reynaldo, horas antes de reunirse con el Presidente Danilo Medina, su entrañable amigo y con quien lo une una estrecha relación personal y de lealtad de décadas, le advirtió públicamente que el proyecto de ley que enviará al Congreso Nacional tiene que ceñirse de manera estricta al contenido de la Sentencia 168-13, no pudiendo cambiar “ni una coma” de lo dispuesto en un fallo irrevocable y vinculante a todos los poderes públicos por mandato de la Constitución.

El doctor Milton Ray Guevara, presidente del Tribunal Constitucional, por su parte, declaró que “los enemigos de la patria buscan destruir la nacionalidad, aunque para ello tengan que destruir a la nación misma”, al tiempo de plantear que los golpes de estado militares han sido sustituidos por “golpes a las Constituciones en el desconocimiento de autoridades supremas reconocidas por la carta magna”.

El presidente del PLD y expresidente de la República, dcotor Leonel Fernández, al día siguiente dijo que constituiría un “desacato” la existencia de un proyecto de ley contrario a lo decidido por la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

No hay dudas de que todavía, a pesar de haber superado hace mucho tiempo la época de las crisis institucionales y constitucionales en el país, hay sectores poderosos, nacionales e internacionales, que están en la sombra, maquinando acontecimientos de golpe contra el Tribunal Constitucional, sin calcular por un minuto la magnitud de las imprevisibles consecuencias que esto puede generar en perjuicio de la nación.

El odio y el rencor contra Milton Ray Guevara y los honorables miembros del TC, que le tienen antiguos jefes de la justicia dominicana; aquellos que se autodeclararon vitalicios y pasaron 14 años en un mandato prorrogado por ellos mismos y que pretendían seguir indefinidamente en sus puestos como amos y señores del poder judicial; aquellos que se opusieron rabiosamente a la creación del Tribunal Constitucional y advirtieron del famoso y fatídico “choque de trenes” entre el poder judicial y el TC (que nadie ha visto hasta el momento); aquellos que todavía sueñan con que el TC pueda ser desmantelado mediante una reforma a la Constitución para volver a la concentración de las funciones constitucionales a la Suprema Corte de Justicia, son los ideólogos de la asonada constitucional contra el TC.

Esos sectores ligados al pepehachismo y a la llamada sociedad civil que recibe fondos extranjeros (desplazados del poder omnímodo del poder judicial), han visualizado en el proyecto de ley que enviará al Congreso el Presidente Danilo Medina el instrumento perfecto para dar el golpe maestro contra el Tribunal Constitucional, desconociendo su sentencia 168-13, con el objetivo de humillar a Milton Ray Guevara y a los demás honorables jueces del TC, diciéndole al mundo, mediante una ley de reconocimiento de actas de nacimiento y nacionalidad, que tenían razón las acusaciones contra la República Dominicana en el extranjero; que violamos gravemente los derechos humanos de miles de personas; que nuestro Tribunal Constitucional cometió un “genocidio civil” en contra de personas a las cuales supuestamente les “quitó” una nacionalidad que les correspondía.

Lo más preocupante de esta situación es que un gobierno del Partido de la Liberación Dominicana y en un gobierno de Danilo Medina, quien goza del aprecio, la admiración y la distinción de todos los miembros del Tribunal Constitucional, a quien se consulte y a quien se le encargue elaborar un proyecto de ley antinacional sea precisamente a los “cabecillas” de ese poder judicial desplazado y resentido, que busca la oportunidad de “vengarse” y reivindicarse a posteriori, hundiendo al Tribunal Constitucional.

La conspiración contra el TC (que es contra el país) está en marcha.  He denunciado que como parte de la misma se presiona al tribunal de Monte Plata apoderado del caso de Juliana Deguis, para que, en violación a la Constitución, desafíe y se rebele contra la decisión 168-13.  Para todo el que ha ido a una escuela de Derecho ésto no tendría mayor importancia, porque sería nula cualquier decisión que quiera “validar” el acta de Juliana Deguis.  Pero, no hay dudas que serviría de mucho para la campaña de descrédito contra el TC y contra la República Dominicana, puesto que se vendería la falsa y magnificada noticia de que “el poder judicial enfrenta al TC en su Sentencia 168-13”.

Igualmente, como parte de la “ambientación” de la campaña para anular el TC, se apela al absurdo de sostener públicamente que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (organismo al que República Dominicana no le ha dado válidamente competencia de jurisdicción), está jerárquicamente por encima de nuestro Tribunal Constitucional.  En otras palabras, que la soberanía de la República Dominicana para decidir en materia de nacionalidad ha sido transferida a los jueces de la Corte con sede en Costa Rica.  ¡Cuánta ignominia!  ¡Cuánta traición!

Son esas maquinaciones sombrías y tenebrosas por las que el país tiene que estar bien alerta, unido alrededor de su Constitución y de su órgano supremo de interpretación, que es el Tribunal Constitucional.  Las declaraciones del Expresidente Fernández, Reynaldo Pared y Milton Ray Guevara son una sana y diplomática advertencia al país de las cosas que no se ven y que están en curso.  Quiera Dios y la Virgen de la Altagracia que estos resentidos no conduzcan a la nación a una nueva tragedia institucional.

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