Thierry Meyssan (Red Voltaire, 19-7-19)
5- El Pentágono asume
el control de los islamistas
A inicios de los años 1990, el Pentágono decide incorporar a sus actividades los islamistas –que hasta entonces dependían sólo de la CIA. Se inicia así la operación Gladio B, que toma como referencia la operación Gladio de creación de ejércitos secretos de la OTAN en Europa. A lo largo de todo un decenio, todos los jefes islamistas –incluyendo a Osama ben Laden y Ayman al-Zawahiri– viajan en aviones de la US Air Force. En esa operación participan el Reino Unido, Turquía y Azerbaiyá. Ello implica que los islamistas –que hasta ese momento se habían movido en la sombra– se ven de cierta manera integrados “públicamente” a las fuerzas de la OTAN.
Arabia Saudita –simultáneamente Estado y propiedad privada de la familia Saud– se convierte oficialmente en el ente a cargo del manejo del islamismo mundial. En 1992, el rey de Arabia Saudita proclama una Ley Fundamental en la que se estipula:
“El Estado protege la fe islámica y aplica la Sharia. Impone el Bien y combate el Mal. Cumple con los deberes del Islam (…) La defensa del islamismo, de la sociedad y de la patria musulmana es deber de todo súbdito del Rey.”
A partir de 1993, Charles, príncipe de Gales, patrocina el Oxford Centre for Islamic Studies, cuya dirección asume el príncipe Turki, el jefe de los servicios secretos sauditas.
Londres se convierte abiertamente en el centro neurálgico del Gladio B, al extremo que se empieza hablar de un “Londonistán”. Bajo el paraguas de la Liga Islámica Mundial, la Hermandad Musulmana árabe y la Jamaat-i-Islami pakistaní crean toda una serie de asociaciones culturales y de culto alrededor de la mezquita de Finsbury Park. Ese dispositivo permitirá el reclutamiento de numerosos combatientes suicidas, desde los individuos que atacarán la escuela rusa de Beslán hasta Richard Reid, el conocido Shoe bomber. Londonistán se compone principalmente de gran cantidad de medios de difusión, casas editoras, diarios como Al-Hayat y Asharq al-Awsat (dirigidos ambos por hijos del actual rey Salman de Arabia Saudita) y televisoras (el grupo MBC, propiedad del príncipe Walid ben Talal transmite una veintena de canales), que no se dirigen a la diáspora musulmana en suelo británico sino al mundo árabe. Esto sucede porque el acuerdo entre los islamistas y Arabia Saudita se hace extensivo al Reino Unido: total libertad de acción, pero con prohibición de inmiscuirse en la política interna. Este dispositivo, que emplea miles de personas y maneja gigantescas cantidades de dinero, se mantendrá públicamente hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando se hará imposible para los británicos seguir justificándolo.
Abu Mussab “El Sirio”, sobreviviente del fallido golpe de Estado de Hama y convertido en agente de enlace entre Osama ben Laden y el Grupo Islámico Armado (GIA) argelino, expone una teoría sobre la “yihad descentralizada”. En su Llamado a la Resistencia Islámica Mundial, este personaje traduce en términos islámicos la ya muy conocida teoría de la “estrategia de la tensión”. Se trata de provocar a las autoridades para llevarlas a desatar una terrible represión, que obligará el pueblo a sublevarse contra ellas. Esa teoría ya había sido utilizada por las redes Gladio de la CIA y la OTAN, manipulando –en los años 1970-1980– la extrema izquierda europea (grupos como la Fracción del Ejército Rojo encabezado por Andreas Baader en Alemania, las Brigadas Rojas en Italia y Acción Directa en Francia). Por supuesto, esa estrategia nunca ha llevado a la victoria, en ninguna parte. La CIA y la OTAN lo sabían perfectamente y no contaban con su éxito sino que sólo querían aprovechar la reacción represiva del Estado para poner a sus títeres en el poder. Abu Mussab “El Sirio” señala a Europa –poniendo mucho cuidado en no hacerlo con Estados Unidos– como el próximo campo de batalla de los islamistas. En 1995, huye de Francia después de los atentados de ese año. Dos años después, crea en Madrid y en Londonistán el Islamic Conflict Studies Bureau, siguiendo el modelo de Aginter Press, creada en Lisboa por la CIA en los años 1960-1970. Ambas estructuras hacen maravillas en la organización de atentados bajo bandera falsa, como el de la Piazza Fontana –atribuido a la extrema izquierda Italiana en 1969– y los atentados de 2005 en Londres –atribuidos a los musulmanes.
Simultáneamente, la Hermandad Musulmana elabora un gran programa de formación de líderes árabes proestadounidenses. El libio Mahmud Jibril El-Warfally, profesor en la universidad de Pittsburg, los enseña a utilizar el lenguaje “políticamente correcto”. Prepara a emires y generales de Arabia Saudita, Bahréin, Egipto, de los Emiratos Árabes Unidos, de Jordania, Kuwait, Marruecos y Túnez, y también de Singapur. Manejando una mezcla de principios básicos de las relaciones públicas y el estudio de informes del Banco Mundial, los peores dictadores son en lo adelante capaces de disertar, sin estallar en carcajadas, sobre su ideal democrático o su profundo respeto por los derechos humanos.
La guerra contra Argelia acaba por extenderse a Francia. Jacques Chirac y su ministro del Interior, Charles Pasqua, interrumpen el apoyo de París a la Hermandad Musulmana e incluso prohíben los libros del predicador de la cofradía, Yussef al-Qaradawi. Lo que les interesa es mantener la presencia francesa en el Magreb, mientras que los británicos pretenden erradicarla. En 1994, el Grupo Islámico Armado (GIA) toma como rehenes a los pasajeros del vuelo Argel-París de la compañía Air France; en 1995, hace estallar bombas en el metro y en un tren parisinos y, en 1998, durante la Copa Mundial de Futbol organizada en Francia, prepara un gigantesco atentado –que incluía estrellar un avión contra una central nuclear, pero que será descubierto. En todos los casos, los sospechosos que logran escapar encuentran refugio en Londonistán.
En 1992, comienza la guerra de Bosnia-Herzegovina. Siguiendo instrucciones de Washington, los servicios secretos pakistaníes (ISI), con el constante respaldo financiero de Arabia Saudita, envían 90 000 hombres a luchar contra los serbios –que a su vez cuentan con apoyo de Moscú. Osama ben Laden recibe un pasaporte diplomático bosnio y se convierte en consejero militar del presidente bosnio Alija Izetbegovic, quien tiene como consejero diplomático al estadounidense Richard Perle y como consejero de prensa al francés Bernard-Henri Levy. Ben Laden crea la Legión Árabe, con veteranos de Afganistán, y distribuye el financiamiento de la Liga Islámica Mundial. Por reflejo comunitario, o por competir con Arabia Saudita, la República Islámica de Irán acude también en ayuda de los musulmanes de Bosnia. En total coordinación con el Pentágono, Irán envía varios cientos de Guardianes de la Revolución y una unidad del Hezbollah libanés, pero sobre todo proporciona lo esencial del armamento que utiliza el ejército bosnio. Los servicios secretos rusos, que logran infiltrarse en el campamento de Ben Laden, comprueban que toda la documentación burocrática de la Legión Árabe está redactada en inglés y que ese grupo creado por Ben Laden recibe sus órdenes directamente de la OTAN. Después de la guerra, se crea un Tribunal Especial Internacional que emprende acciones contra numerosos combatientes acusados de crímenes de guerra, pero no hay entre ellos ningún miembro de la Legión Árabe.
Luego de 3 años de calma, se reinicia en la antigua Yugoslavia la guerra entre musulmanes y ortodoxos, esta vez en Kosovo. El Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) se crea a partir de grupos mafiosos entrenados para el combate por las fuerzas especiales de Alemania (KSK), en la base turca de Incirlik. Los musulmanes albaneses y yugoslavos son de cultura naqchbandi. Hakan Fidan, el futuro jefe de los servicios secretos turcos, es oficial de enlace entre la OTAN y Turquía. Los veteranos de la Legión Árabe se integran al UCK, que incluye una brigada bajo las órdenes de uno de los hermanos de Ayman al-Zawahiri. Esa brigada destruye sistemáticamente las iglesias y monasterios ortodoxos y expulsa a los cristianos.
En 1995, retomando la tradición de los asesinatos políticos, Osama ben Laden intenta eliminar al presidente egipcio Hosni Mubarak. Al año siguiente, trata de asesinar al Guía libio Muammar el-Kadhafi. Este segundo atentado es financiado con 100 000 libras esterlinas por los servicios secretos británicos, en represalia por el apoyo libio a la resistencia irlandesa [5]. Pero la operación fracasa. Varios oficiales libios huyen al Reino Unido. Entre ellos se encuentra Ramadán Abidi, cuyo hijo realizará, años más tarde y también por orden de los servicios secretos británicos, un atentado terrorista en Manchester. Libia envía pruebas a Interpol y emite la primera orden de arresto internacional contra Osama ben Laden, quien todavía dispone de una oficina de relaciones públicas en Londonistán.
En 1998 se funda en París la Comisión Árabe de Derechos Humanos, financiada por la NED estadounidense. La preside el tunecino Moncef Marzouki y su vocero es el sirio Haytham Manna. Su objetivo es defender a los miembros de la Hermandad Musulmana arrestados en diferentes países árabes, por haber realizado actividades terroristas. Marzouki es un médico de izquierda que trabaja desde hace tiempo con la cofradía. Haytam Manna es un escritor que se ocupa de las inversiones de Hassan el-Turabi y de los miembros sudaneses de la cofradía en Europa. Cuando Manna abandona esa actividad, su compañera sentimental queda como directora de la asociación. Haytham Manna será sustituido por el argelino Rachid Mesli, abogado que representa a Abassi Madani y a los miembros argelinos de la Hermandad Musulmana.
En 1999, o sea después de la guerra en Kosovo y de la toma del poder en Grozny por parte de los islamistas, Zbigniew Brzezinski funda una tropa de neoconservadores: el American Committee for Peace in Chechnya (Comité Americano por la Paz en Chechenia). La primera guerra de Chechenia había sido un asunto interno ruso en el que se inmiscuyeron unos cuantos islamistas. Pero la segunda tiene como objetivo la creación del Emirato Islámico de Ichkeria. Brzezinski, quien desde hace años venía preparando esta operación, trata de reproducir el esquema utilizado en Afganistán. Los yihadistas chechenos, como Chamil Basayev, no han sido entrenados por Ben Laden en Sudán sino por los talibanes en Afganistán. Durante la guerra, reciben apoyo “humanitario” de la organización turca Milli Gorus, de Necmettin Erbakan y Recep Tayyip Erdogan, y del “IHH – Derechos Humanos y Libertades”, asociación turca creada en Alemania bajo el nombre de Internationale Humanitare Hilfe (IHH). Los yihadistas chechenos organizarán varias operaciones importantes, principalmente en 2002 contra el Teatro de Moscú (170 muertos y 700 heridos), en 2004 contra una escuela de Beslán (385 muertos y 783 heridos) y en 2005 contra la ciudad de Nalchik (128 muertos y 115 heridos). Después de la masacre de Beslán y la muerte del líder yihadista Chamil Basayev, la Milli Gorus y el IHH organizan un gran funeral en la mezquita Fatih de Estambul, sin el cuerpo de Basayev pero con decenas de miles de seguidores.