Fuerte aumento de la tasa de inflación
Los precios más altos de productos básicos, como los alimentos y la energía, elevarán aún más la inflación, lo cual a su vez erosionará los ingresos de las familias y deprimirá el consumo del sector privado.
Las economías tendrán que hacer frente a perturbaciones en el comercio, las cadenas de abastecimiento y las remesas, así como a un aumento histórico de los flujos de refugiados.
La caída de la confianza de las empresas y la mayor incertidumbre de los inversionistas incidirán en los precios de los activos, endureciendo las condiciones financieras y provocando salidas de capitales de las economías débiles o periféricas.