Por: Ángel Moreta (Autor-Editor)
En su informe del año 2013 sobre derechos humanos, en el capítulo relativo a la República Dominicana, Estados Unidos o el Departamento de Estado, acusaron al Gobierno Dominicano de racismo y discriminación en contra de la población haitiana y sus descendientes. Esta situación se ha venido repitiendo año tras año.
Obviamente se trata siempre de la misma cantaleta: es decir, acusaciones infundadas, con datos imprecisos y generales, contra República Dominicana. Las acusaciones son siempre las mismas, prejuiciadas en relación a otros países y neutrales en cuanto se refiere a los Estados Unidos.
Pero Estados Unidos es imputable de las mismas acusaciones aplicadas a este país, es decir, la existencia de racismo rampante en contra de Haití; de discriminación racial; de trata de personas; de comercio sexual, mendicidad infantil forzada, trata sexual infantil, pandillas que actúan con impunidad; la gran proporción de personas indocumentadas de ascendencia haitiana en el país y trafico forzado y trata sexual de niños, niñas y adolescentes.
El informe indica que una gran cantidad de mujeres y niños dominicanos son víctimas de trata sexual en todo el país, al igual que en América del sur, el medio oriente y los mismos Estados Unidos.
En esa fecha dijo el Departamento de Estado en su informe 2013 sobre derechos humanos en República Dominicano, que el Gobierno Dominicano había mejorado en cuanto a las persecuciones de los violadores de los derechos humanos mediante la trata, pero sugiere procesal vigorosamente y castigar a los tratantes de trabajo forzado y trata sexual de niños, niñas y adolescentes.
La supuesta discriminación contra los inmigrantes haitianos y sus descendientes es el punto fundamental del diagnóstico que hizo en la época el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Siempre superficiales, también condena la trata de personas, que considera ha tomado auge en el país.
Parte del problema racial en la República Dominicana, es la discriminación que siempre sale como primicia en los informes, casi siempre superficiales, que produce el Departamento de Estado.
Manifestó que los problemas más graves de los derechos humanos fueron la supuesta discriminación racial que sufren los descendientes de las personas que se consideran de manera ilegal en el país, la mayoría de los cuales son de origen haitiano.
Otros problemas tratados por la sentencia dictada en septiembre 2013 por el Tribunal Constitucional de la República Dominicana salen a flote. Esa sentencia declara que los descendientes de ciudadanos haitianos que están ilegalmente en el país, la mayoría son de origen haitiano y no tienen derecho a la nacionalidad dominicana, aunque hayan nacido en el territorio nacional.
Se incluyen también en el informe los homicidios extrajudiciales a manos de la fuerza de seguridad, las condiciones de hacinamiento en las cárceles públicas peligrosamente deficientes; los arrestos y detenciones arbitrarias, la detención preventiva prolongada, escaso estado de derecho, la discriminación sexual de las personas por su orientación sexual o identidad de género, y la aplicación inadecuada de las leyes laborales.
Los informes de ayer y el informe de hoy 2022
Generalmente, los informes del Departamento de Estado sobre los derechos humanos son prejuiciados y superficiales. El Departamento de Estado considera que ellos son los “dueños del mundo” y que siempre están diciendo la verdad. Además, que tienen derecho a decirlas porque son los jueces universales.
Nunca se refieren los informes a sí mismos, sino a otros. Esos informes son siempre traducción de una postura universal y absoluta.
Pero llegará el momento en que entrarán en crisis estas posiciones o posturas. Tal vez sea la guerra de Estados Unidos y Rusia en Ucrania el inicio del fin de esta situación. El inicio del fin quiere decir que a la fecha de hoy Rusia tiene toda la verdad en sus análisis de un mundo unipolar, dominante y hegemónico, que debe ser sustituido por un mundo multipolar, multirracial, multinacional y pluriétnico, un mundo en el cual desaparecería esta dictadura infame de los Estados Unidos en el mundo.
Los líderes occidentales y sus satélites (Francia y Canadá) consideran que tienen la libertad absoluta para desmantelar y suprimir gobiernos en América Latina y en África y hacer lo que consideren pertinentes.
El Departamento de Estado no cambia, antes empeora
La forma de ver las cosas de Estados Unidos es siempre en beneficio de sus intereses. La supuesta discriminación racial de los haitianos en República Dominicana es un verdadero embeleco que conduce a una distorsión de la realidad.
Pero también el problema de la nacionalidad, los homicidios extrajudiciales a manos de las fuerzas de seguridad, las condiciones de hacinamiento en las cárceles públicas peligrosamente deficientes; arrestos y detenciones arbitrarias, la detención preventiva prolongada (privación de libertad), débil estado de derecho, la impunidad de la corrupción, la trata de personas, la discriminación contra las personas por su orientación sexual, la aplicación inadecuada de las leyes, la violación de las leyes en sentido general.
Es decir, que el informe del Departamento de Estado de aquellos años 2013 adolece de falta de sentido jurídico y sociológico.
Aunque hay que reconocer que en esa época hace nueve años, las acusaciones son las mismas, sin embargo, hay que ver que la prostitución forzada o el trabajo forzado provienen de la complicidad con empleados gubernamentales que resultan cómplices de esos hechos.
La República Dominicana ha hecho progresos en el sentido de la trata sexual y laboral en el periodo posterior a la elaboración del informe. El informe del Departamento de Estado habla de que el gobierno progresó poco en la protección a las víctimas de trata, lo cual explica la falta de procedimientos formales de parte del gobierno para guiar a los servidores de primera línea como la policía, los inspectores, los inspectores laborales y los trabajadores de la salud, sobre cómo identificar las victimas entre los grupos vulnerables.
A juicio del informe sigue siendo verdad que el gobierno hizo progresos mínimos en la prevención de la trata humana durante el periodo 2013 y no hizo esfuerzos para abordar la demanda de actos sexuales comerciales. Una gran cantidad de mujeres y niños dominicanos son víctimas de la trata sexual en toda la República Dominicana.
En síntesis, se trata de que Estados Unidos y el Departamento de Estado siempre han buscado el lado flaco para atacar como racistas los gobiernos de la República Dominicana.
Mientras tanto, no manejamos medios de comunicación mundiales, que distorsionan la verdad, pero podemos trabajar el asunto de la discriminación racial como algo que no es tan verdadero.