Por: Ángel Moreta (Autor-Editor)
La comunidad educativa nacional contempla con perplejidad el enfrentamiento entre el ministro de Educación Superior y el prestigioso periódico Listín Diario. Fundamentalmente dicho periódico publicó un tímido diagnóstico sobre los cursos de inglés por inmersión.
Habló el Listín de las malas condiciones y el abandono en que se encuentra la enseñanza del inglés bajo esta modalidad, diciendo que había una crisis en la enseñanza de esa lengua y que de esa crisis se deduce que la enseñanza del idioma ingles se encontraba en un camino fracasado.
De hecho, existe una crisis en los cursos de inmersión. Una gran sobrepoblación estudiantil y un despido de profesores experimentados. De esa manera el aspecto problemático de la crisis queda al descubierto. Los profesores improvisados en su gran mayoría no reúnen las condiciones intelectuales y de experiencia profesional en el área.
La crisis entonces es inevitable. Lo importante es tomar conciencia de que hay una crisis en la enseñanza del idioma ingles por inmersión. Los estudiantes han perdido dinamismo y los objetivos del programa han desfallecido, encontrando hoy una situación problemática.
Ahora lo importante es encontrar una fórmula para rescatar los niveles de la enseñanza del inglés a como estaba en los años anteriores a la pandemia, teniendo muy claro que evidentemente la crisis viene con la pandemia. La labor de rescate exige que los sectores educativos públicos se pongan de acuerdo para disparar el proceso educativo del inglés a sus más altos niveles.
La reacción del ministro de Educación Superior
El ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), reaccionó fuertemente a las críticas del listín Diario. Dijo que el Listín pretendía boicotear los programas de inglés de inmersión y lo acusó públicamente de distorsionar la realidad de los cursos de inmersión. Se trató de una crítica normal en la cual salía a relucir una crítica al Ministerio de Educación Superior como entidad responsable de ejecutar los objetivos del programa.
Verdad o mentira, no importa, el Listín ha dado su visión de las cosas y de la realidad de esos cursos. Pero hay que evitar el carácter tendencioso con el cual interpretar lo que realmente sucede.
Y la crisis es realmente algo que sucede. La crítica del ministro es importante, pero requiere una labor de tolerancia. Uno, el periódico, y otro, el ministro, están diciendo la verdad, sin promover intereses particulares que siempre se esconden en este tipo de polémica, por lo cual tiene razón el ministro a responder airadamente y tiene razón el periódico a responder que es un trabajo crítico sobre el tema. El ministro interpretó que era una crítica personal, un cuestionamiento a las políticas del ministerio, pero tal vez no se trató específicamente de eso porque en definitiva la polémica es productiva ya que nos obliga a una solución consensual.
Una comisión investigadora para los cursos de inglés por inmersión
Lo primero es que debía formarse una comisión investigadora, que haga un diagnóstico de los objetivos, los planes y el curriculum de los cursos de inmersión. Lo segundo es que sea una investigación rápida e inmediata. Lo tercero es que se hagan las modificaciones necesarias para que dicho curso adquiera su dinámica anterior.
Y el ministro no puede sentirse incomodo ante la necesidad de esa comisión, que debe incluir los cursos en Santo Domingo, en Barahona y Puerto Plata, de modo que para el próximo periodo se puedan rescatar los puntos críticos del informe de la comisión que habrá de nombrar el mismo ministro, de modo a restituir esas condiciones, además de que permitiría la recuperación de las características pedagógicas de los cursos aludidos.
Lo importante es que se rescate también los buenos maestros, con experiencia, con buenos sueldos y competencias necesarias para revitalizar esos cursos, el programa con que se inició en años anteriores.
Ese programa tenía una intención social debido a que las competencias más débiles de los egresados de las universidades dominicanas era el dominio del área de inglés. De modo que al fallar un tanto en la intención social nos encontramos con esta debilidad y en esos años se formó una mesa de trabajo para diseñar un plan con varios especialistas norteamericanos y uno puertorriqueño, y ya en marzo del 2005 los cursos empezaron con un plan piloto en Santiago, Puerto plata y Santo Domingo.
Rescatar los cursos de inmersión
Naturalmente que son necesarios desde el punto de vista social y de competencias. La comisión que recomendamos debe ser formada por el ministro a la mayor brevedad, sin enfrentamientos con fundamento en el amor propio de cada funcionario, pero que cada quien cumpla con su responsabilidad y su papel a la mayor brevedad.