Oleg Yasinsky (Russia Today, 16-6-25)
No hay ninguna guerra entre Israel e Irán. Lo que está ocurriendo es la destrucción planificada por Occidente de la soberanía iraní a manos de Israel. Es otra lección demostrativa para Rusia, Bielorrusia, Cuba, Venezuela, la RPDC, Burkina Faso y para todos los demás desobedientes. Incluida la propia China.
‘El plan de Irán de transferir armas nucleares a los enemigos de Israel’ es como ‘las armas químicas de Saddam Hussein’.
Los aliados y satélites de Occidente pueden hasta hacer conservas de bebés en sus países: mientras sean obedientes, nadie les tocará ni siquiera con el borde de una sanción. Todos los problemas con ‘las violaciones de derechos humanos’ comienzan en el momento en que empiezan a aplicar una política independiente. La desobediencia a la tiranía económica de las corporaciones es el principal ‘desafío para el mundo civilizado’ que inevitablemente se castiga con las mentiras de los medios, las sanciones y los misiles.
La indignación del Gobierno israelí ante el ‘brutal bombardeo iraní de civiles en Tel Aviv’, después de que decenas de miles de niños fueran asesinados metódicamente en Gaza, es un ultraje a la conciencia y al sentido común de la humanidad.
