Por: Ángel Moreta (Autor-Editor)
Todo el mundo conoce el poderío económico y financiero de los Estados Unidos sobre el territorio de dicha potencia y del mundo. Tiene una historia de contradicciones sociales y económicas entre las culturas indígenas y las culturas negras, que Estados Unidos ha atacado y discriminado siempre.
Por un lado, los indios apaches y los sioux, y otras culturas indígenas en el territorio de los Estados Unidos, desde la frontera sur con México hasta la frontera norte con Canadá. Los choques han sido memorables y las contradicciones con las tropas federales han sido insalvablemente inevitables, porque el ejército siempre quiso preponderar sobre tales culturas.
Recordemos el caso del viejo Bush, que se presentó en un cementerio de los indios apaches, localizó la tumba de Gerónimo, jefe de los indios apaches, y luego de rociar un líquido sobre la tumba prendió fuego a dicho descanso
Así los Bush y otras familias potentadas y esclavocratas trataban a las culturas oprimidas de los Estados Unidos y de América Latina. Las culturas indígenas autóctonas y las culturas negras del continente africano llegaron muy temprano a América Latina y ya en el siglo XVIII se encontraban bien asentados.

La población norteamericana creció en la violencia y en el odio, y no hubo posibilidad de una vida conviviente y amistosa.
La población de los Estados Unidos estuvo casi siempre en las riberas de la violencia, de la discriminación y del odio más feroz. Recordemos el patíbulo para ejecutar imputados considerados culpables de muertes contra la población, y de varios delitos como el peligroso asesinato, el suicidio y otros crímenes.
La sociedad como naturaleza
Los valores culturales y sociales estuvieron siempre adheridos al beneficio y a la acumulación capitalista. Grandes sociólogos e historiadores han analizado en sus diversas manifestaciones las culturas indígenas y la violencia de ciertos liderazgos contra la formación popular del pueblo norteamericano.
La cultura de la violencia y de la acumulación como algo proverbial, siempre fue un valor para la sociedad norteamericana. Así se explican grandes hechos históricos que han conmovido la sociedad norteamericana.
Recientemente, un estudiante graduando de la universidad de New York lanzó un discurso que sorprendió a todo el mundo, hablando precisamente de la violencia OTAN-Israel, en momentos precisamente en que las élites norteamericanas hacían análisis verdaderamente impresionantes sobre la sociedad norteamericana.

Un ejemplo sorprendente fue el libro “la élite del poder”, de un sociólogo norteamericano que fue el padre de toda una generación, y nos referimos al sociólogo Wright Mills, quien en ese libro espectacular hizo la radiografía de esos grupos de poder que en la década del 50 ya copaban el uso del poder político y de las instituciones.
Un estudiante de la universidad de New York, lanzó un discurso de graduación sorprendente por su sinceridad y su arrojo. Actualmente las jerarquías universitarias estudian la posibilidad de someterlo a un proceso de escrutinio y de análisis para su exclusión de la universidad.
En su discurso el estudiante criticó severamente el genocidio y el desplazamiento forzado del pueblo de Gaza, con la intención de Israel de liquidar la población árabe de la Franja de Gaza. Y junto a otras observaciones críticas sobre el mundo árabe y la práctica del criminal de destierro, las élites de la universidad de New York se sorprendieron y ahora amenazan al estudiante de eliminarlo.

Y en efecto, mostraron la propensión a la discriminación de una población y de una cultura que tiene más de 70 años peleando por sus derechos a la sobrevivencia y al buen vivir.
Es que el mundo del capitalismo es el mundo de la barbarie en los Estados Unidos. El mundo de la perversidad consiste en ver y vivir como naturales una sociedad con todos sus elementos de violencia. El mundo capitalista con todas sus contradicciones las universidades lo viven de manera acrítica, viviendo y observando como natural lo que es histórico. Samir Amín, el economista y sociólogo por excelencia del mundo árabe, reconoció este hecho como una verdadera laguna de ignorancia.
Los estudiantes viven la sociedad norteamericana de manera natural, esto es, vivir sin darse cuenta que viven y trasiegan en una sociedad capitalista. Viven y trasiegan en una sociedad capitalista sin darse cuenta de la transitoriedad histórica de la estructura social de los Estados Unidos. No se dan cuenta de la historicidad y transitoriedad del mundo social, al cual viven como si siempre existió y como siempre va a existir la sociedad como una realidad eterna y natural.
Los principales cientistas sociales del mundo perciben la sociedad no como naturaleza sino como transición histórica en movimiento y con una contrarietoriedad espectacular en cuanto a lo que se refiere a la vida social.
