«La filosofía y la ideología política de Estados Unidos se asientan en la teoría realista que supone el uso de la fuerza y el pragmatismo para propiciar, a través de la intervención en un conflicto internacional, la elevación del espíritu patriótico de los estadounidenses, que se ven a sí mismos como una hegemonía mundial», considera Iliana Rodríguez, investigadora en Derecho Internacional del Tec de Monterrey y certificada por la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
Trump, ¿la amenaza?
¿Pero qué tan rentable sigue siendo la guerra?
«Pese a la retórica incendiaria utilizada por Washington contra el señor Putin, la guerra ya no le está funcionando ni a republicanos ni a demócratas como un elemento para incrementar los ratings políticos a la vieja usanza», asegura Eduardo Rosales, internacionalista de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«Buena parte de la culpa de lo que sucede en Ucrania la tiene Estados Unidos por no haber respetado los acuerdos establecidos después de la caída del Muro de Berlín [en las cuales Rusia pedía la no expansión de la OTAN hacia sus fronteras]. Si ya tenía este problema en sus puertas desde hace años, ¿por qué no quiso solucionarlo antes? En vez de gastar recursos para atizar el conflicto, ha emprendido una cadena de errores desde los niveles más altos de Biden y el Pentágono. Biden no ha entendido que tiene más enemigos en el interior que en el exterior», concluye.