
Petró Poroshenko
Numerosos problemas y la pérdida de confianza del pueblo: estos son los regalos que recibe Petró Poroshenko en su segundo aniversario de la victoria en las elecciones presidenciales. Sin embargo, el negocio del mandatario ucraniano sigue floreciendo.
Encuesta
El último sondeo de la opinión pública reveló la desconfianza del pueblo ucraniano respecto a su líder. Solo el 10% de los electores votarían hoy por el presidente actual.
En mayo de 2014, Petró Poroshenko ganó las elecciones presidenciales con el apoyo del 54,7 % de los ciudadanos. Lo que significa que en tan solo dos años la popularidad del mandatario ucraniano se ha reducido cinco veces.
Promesas sin cumplirLa operación militar en Donbás
La primera promesa que no logró llevar a la práctica el líder ucraniano se refiere a la operación militar en Donbás. Según el presidente, la situación debería haberse solucionado en horas. No obstante, la misma ya lleva dos años.
«ATO —operación antiterrorista, como denominan en Kiev a la campaña militar contra los milicianos de Donbás- no va a durar meses, sino horas», manifestó Petró Poroshenko en la noche después de las elecciones presidenciales del 2014.
La descentralización
El tema de la descentralización también se quedó sin resolver. Apenas este año es que la Rada Suprema —Parlamento de Ucrania— va a introducir cambios en la Constitución del país para brindarles un estatus especial a las regiones de Donetsk y Lugansk.
El régimen sin visados
El arreglo de las relaciones con Rusia
Al igual que el resto de las promesas no cumplidas, se olvidó de su declaración sobre una «rápida y efectiva» normalización de las relaciones con Rusia. El líder ucraniano iba a realizar este plan en tan solo tres meses.
La venta del consorcio ‘Roshen’
El presidente de Ucrania tampoco vendió la empresa de pastelería ‘Roshen’, bajo su propiedad hoy en día, a pesar de las declaraciones que dio en abril del 2014 en una entrevista al diario alemán Bild.
Sin embargo, el mandatario todavía «no ha encontrado compradores» a su negocio.
La ampliación del negocio propio
Poroshenko no solo no vendió, sino que amplió su negocio. Además de abrir nuevas tiendas en casi todas las ciudades grandes de Ucrania, el consorcio Roshen construyó una fábrica para producir leche en polvo.
Recientemente la empresa anunció la construcción de una nueva fábrica de bizcochos en Boríspol, en la región de Kiev.
También va desarrollándose la fábrica de construcción naval ‘Leninskaya kuznitsa’, otro negocio de Poroshenko. Desde el inicio de la operación militar, la fábrica recibe pedidos regulares para la producción de armas, vehículos blindados y buques militares.
Las cifras hablan por sí solas
Durante los años de presidencia de Poroshenko, la economía de Ucrania no ha salido de la crisis, el país aún permanece al borde de una quiebra y se ha visto obligado a solicitar apoyo a las instituciones financieras internacionales. La deuda externa de Ucrania ha aumentado muchas veces, mientras que el PIB per cápita se ha reducido en mil dólares. Un gobierno poco eficaz ha acabado con la confianza pública en las autoridades. El descontento de los ucranianos ha provocado un triple aumento de los precios de los servicios públicos. Mientras que el salario promedio sigue siendo uno de los más bajos de Europa.PIB per cápita
El PIB per cápita de Ucrania en 2016 es de 1.900 dólares, una reducción considerable frente a los 2.900 dólares del 2014.
Deuda externa
En abril de 2016 la deuda externa del país ascendió a 45,8 mil millones de dólares, mientras que en mayo de 2014 era de 25,5 mil millones de dólares.
Tasa de cambio
También hay una fuerte depreciación. Si en mayo de 2014 un dólar estadounidense costaba 11,6 grivnas y por un euro daban 16,1 grivnas ucranianas, hoy la tasa es el doble: 25,1 grivnas por un dólar y 18,2 grivnas por euro.
Sueldo promedio
En mayo de 2014 un ciudadano ucraniano cobraba en promedio 290,1 dólares estadounidenses al mes. Hoy el sueldo promedio en el país ni siquiera alcanza los 200 dólares.
Cuenta promedio por los servicios públicos
En 2014 los ucranianos pagaban por los servicios públicos un promedio de 33,5 dólares mensuales, no obstante, en 2016 se ven obligados a pagar 49,8 dólares al mes por los mismos servicios.