Germán Gorráiz López (Aporrea, 26-8-25)
En primer lugar, no podemos perder de vista el actual proceso de reconfiguración del nuevo orden geopolítico mundial que avanza en medio de un fuerte reajuste capitalista empujado por el evolucionismo económico. Un proceso que fue enfrentado por la burguesía estadounidense con una feroz contra marcha geopolítica político-militar que hoy se procesa en el curso de sus forcejeos por el control del Oriente Medio, pero, sobre todo, por asumir el control de Irán.
Una agitación que entre junio y julio del 2025 ha llegado a su clímax máximo con los bombardeos sobre este país (Irán), primero, por el ejército paramilitar sionista (Israel), luego directamente por el ejercito estadounidense, que incluso habría utilizado explosivos nucleares, se dice limitados, sobre las instalaciones nucleares de aquel país, cuya respuesta contundentemente llevó al fracaso semejante zarpazo que, en lo inmediato ocasionó el colapso (fracaso) del llamado «fenómeno Donald Trump» y, a partir de ahí, se hizo completamente visible la desesperación de la burguesía estadounidense.
Se entiende que esto estaba agravando aún más la situación de contención general de sus planes geopolíticos (que se batían desde el año 2001) en la que ya se encontraba tras el disparo del nuevo misil hipersónico convencional de Rusia el 21 de noviembre de 2024. Y aún más grave cuando la locomotora capitalista avanzaba en una marcha forzada, muy exhausta, con sus motores excesivamente recalentados y a punto de estallar, por la enorme exigencia/presión al que se le había sometido tratando de llegar a su estación (desenlace del curso geopolítico).