Nacionales Politica

Una carta a El Nacional desde Brasil del 8 de agosto de 1966 sobre dominicanos y haitianos

Escrito por Angel Moreta

Por Angel Moreta (Autor-Editor)

Rio de Janeiro, Brasil, 8 de agosto de 1966

Distinguido director:

Le agradecemos nos deje hacer algunas aclaraciones más o menos objetivas sobre los artículos que últimamente ha venido publicando el Sr. Morales Hidalgo con el título de población y vivienda.

El autor y quien quiera, tiene derecho a sustentar un criterio; a lo que no hay derecho es a confundir un concepto con otro. Que los artículos tienen poco método y mucho racismo; que hay, más que especulación científica, mala literatura, obstinación y prejuicio; que revelan desconocimiento de nociones de Antropología y Sociología; que el título no corresponde al tema, son asuntos que no vamos a tratar. Simple y escuetamente esto:

I) El autor ni distingue entre cultura y raza. Habla de raza haitiana: ¿existe raza haitiana?… No existe raza haitiana: existe una cultura haitiana. Existe raza dominicana, venezolana, puertorriqueña?….. Creemos que lo que existe es una cultura dominicana, puertorriqueña, venezolana. Del mismo modo: existe raza negra dentro de la cual están los haitianos, nunca raza haitiana dentro de la cual está la cultura negra.          

Cuando se habla de dominicanidad no se habla de raza dominicana, puesto que no existe, sino de los rasgos nacionales que definen y diferencian a los dominicanos. Cuando se habla de hispanidad no se habla de raza blanca o de raza, se habla de los valores históricos que definen a pueblos agrupados bajo un mismo común denominador.

II) ¡Salvar la hispanidad! La hispanidad es un fondo histórico y cultural múltiple y no se salva atendiéndola exclusivamente, sino atendiendo a una serie de condiciones que la mantienen y dentro de las cuales se encuentran la sociedad. No se salva ni mantiene proclamando afanosamente que tal rasgo étnico y tal color son lo que nos convienen. Tampoco con el solo hecho de echar del suelo patrio a los haitianos, anatematizándolos; ni hablando de sus cabellos, sus narices y sus labios o comparando sin fundamento científico-experimental la resistencia física de éstos con los dominicanos.

Hay razones más profundas: la simple hispanidad no deben ser las razones y la divisa de nuestra lucha. Tenemos razones de lucha que convienen y se compadecen más con el momento: el problema social global con todas sus raíces históricas. Un gobierno ideológico, que imprima dinámica y estructuras nuevas, a costo de lo que sea, a la saciedad, política, que incorpore el pueblo a la cultura y la riqueza, que explote, con amplias perspectivas, nuestra potencialidad, que de un nuevo uso a los recursos nacionales, que difunda una nueva interpretación de las relaciones económicas y sociales, etcétera, estará contribuyendo con los atributos de la hispanidad. Queremos decir: que antes que la hispanidad misma, hay algo más exigente y que a largo plazo beneficia sus atributos.

III) Las razas no salvarían a la humanidad. Creemos que los haitianos, antes que por el color, por sus condiciones perjudican –siempre y cuando sea en masa- a la sociedad dominicana. Por el lado económico: desplazamiento de la mano de obra criolla; por el social: choques, ect. (debido a que los dominadores de las instituciones políticas –oligarquía- y las económicas o medios de producción –burguesía- amén de otros grupos interesados, azuzan las viejas diferencias y dan una visión falsa del elemento haitiano) por el cultural: incremento de la superchería y alteraciones de la lengua. Es decir: no como emigrantes de color, como emigrantes, los haitianos aportan poco o nada a la República Dominicana.

IV) Entre otras vamos a señalar una contradicción. La escogemos para demostrar el tipo de ideas y la calidad de los juicios que se encuentran en los artículos.

a) Cuba es, como nosotros, un país de cultura hispana. Pues bien; cuando habla sobre este país y las “exportación de personas blancas de las regiones ucranianas”, deja entrever que esa exportación, como trae un refinamiento del elemento cubano, beneficia al país y que en ese sentido nos llevan ventaja puesto que, al contrario, a nosotros lo que nos llega por la frontera son haitianos…..

Que se hizo aquí la hispanidad que él tanto defiende?…..Los ucranianos van a conservar la hispanidad de Cuba? el Sr. Morales Hidalgo no solo deja entrever racismo, sino falta de capacidad y audacia para argumentar sobre la hispanidad.

b) No esta demás decir que donde él cree atacar a la ocupación norteamericana, la última lo que hace es insultar a los dominicanos. Dice que ella nos trajo beneficios económicos (cuales, por ejemplo) pero no de sangre. –Búsquese- el párrafo último del artículo 3: revista 139, pág. 44.

En todos los artículos donde está la palabra hispanidad debía estar la palabra raza. Aún así: ¿existe raza hispana?…..

Señor Morillo, muchas gracias. Como parte de esta generación que surge no podemos dejar de hacer aclaraciones objetivas que son parte de nuestra responsabilidad en el destino del país.

Atentamente,

Giuseppe Rímoli Martínez,

Ángel Moreta Aguasvivas.

Estudiantes dominicanos.

Av. San Martin, 435 Leblón

Rio de Janeiro, Brasil

Nota:  la presente comunicación, enviada desde Rio de Janeiro al Listín Diario, por el estudiante de la Universidad Católica de Rio de Janeiro (PUC), por Ángel Moreta, muestra la manera originaria en que se pensaba el problema Haití-República Dominicana.

Acerca del Autor

Angel Moreta

Angel Moreta, jurista, sociólogo, y filósofo; Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, Autor-Editor de Debateplural.

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