Germán Gorráiz López (Aporrea, 2-10-25)
El movimiento se inspira en protestas similares en Nepal, donde la Generación Z derrocó al gobierno en 2025 exigiendo acceso a redes sociales y reformas.
Revolución Z
La «Revolución Z» o «Generación Z 212» se refiere a una ola de protestas masivas lideradas por jóvenes marroquíes, que han sacudido el país desde finales de septiembre de 2025. Este movimiento, surgido en plataformas de digitales como Discord, TikTok e Instagram, representa la mayor movilización juvenil desde las protestas del Rif en 2016-2017 y evoca ecos de la Primavera Árabe de 2011, pero con una organización moderna y anónima.
Miles de jóvenes, principalmente de la Generación Z (nacidos entre 1995 y 2010), han salido a las calles exigiendo reformas urgentes en educación y salud, denunciando la corrupción, el desempleo y las prioridades «faraónicas» del gobierno, como la construcción de estadios para el Mundial 2030 en detrimento de servicios básicos.
Contexto y desencadenantes
Marruecos enfrenta una profunda crisis socioeconómica que afecta desproporcionadamente a su juventud, que representa cerca del 25% de la población (unos 8,2 millones de personas de 15 a 29 años). La tasa de desempleo juvenil alcanza el 35,8%, y más de un millón de jóvenes ni estudian ni trabajan, lo que impulsa la emigración hacia Europa. La «chispa» de las protestas fue la muerte de ocho mujeres embarazadas en un hospital público de Agadir en septiembre de 2025 por falta de servicios de urgencia, sumada al segundo aniversario del terremoto del Atlas (8 de septiembre de 2023) sin avances en la reconstrucción. Estos eventos resaltan un «Marruecos a dos velocidades»: inversiones millonarias en infraestructuras como el tren de alta velocidad o estadios modernos, mientras que el acceso a hospitales, escuelas y agua potable es precario en zonas rurales y periféricas. Según la OMS, Marruecos tiene solo 8 médicos por cada 10.000 habitantes, lejos de los 25 recomendados.
Demandas principales
Los manifestantes, organizados bajo el hashtag #GenZ212 (en referencia al prefijo telefónico de Marruecos), reclaman:
Mejoras en salud y educación: Más inversión en hospitales y escuelas públicas, en lugar de proyectos deportivos.
Fin a la corrupción: Transparencia en el uso de fondos, como los destinados a la Copa Africana de Naciones 2025 y el Mundial 2030.
Justicia social: Reducción del desempleo juvenil y apoyo a las víctimas del terremoto.
Liberación de detenidos: Amnistía para los arrestados en protestas pacíficas.
Los colectivos clave son Gen Z 212, un grupo anónimo que se define como un «espacio juvenil para el diálogo consciente», y Morocco Youth Voices, que usan Discord para coordinar acciones «pacíficas y civilizadas».
Desarrollo de las protestas
nicio (28-29 de septiembre): Primeras concentraciones en Rabat, Casablanca, Tánger, Marrakech y Agadir, con miles de participantes. En Rabat, el grupo GENZ212 convocó marchas que fueron reprimidas, pero declararon: «Es solo el comienzo de un camino de lucha pacífica».
Escalada (30 de septiembre – 1 de octubre): Por cuarto día consecutivo, las manifestaciones se extendieron a ciudades como Témara, Inezgane, Beni Mellal, Fez, Kenitra y Tetuán. En Casablanca, 24 personas fueron detenidas por bloquear tráfico. En Rabat, la policía blindó la capital con cientos de agentes, persiguiendo y arrestando manifestantes uno a uno.
Enfrentamientos: El 30 de septiembre, hubo choques violentos con lanzamiento de piedras por parte de manifestantes y cargas policiales. Decenas de detenidos en total, con informes de represión brutal, incluyendo palizas y traslados a comisarías.
El movimiento ha ganado apoyo de figuras públicas: raperos como Raid y Khtek, la cantante Manal, la actriz Saadia Ladib, la directora Naima Zitan, el actor Hasán Hamuche y el futbolista Azedine Unahi.
Perspectivas
El régimen de Mohamed VI ha respondido con represión: disolución de concentraciones, detenciones masivas y control estricto de las calles. Críticos lo ven como un «maquillaje político» en lugar de una transición real, en un país con censura y miedo generalizado. Organizaciones de derechos humanos exigen la liberación inmediata de los detenidos y condenan la violencia policial.Estas protestas marcan un desafío al statu quo, mostrando cómo la Generación Z, apodada irónicamente «la que solo quería jugar videojuegos», está transformando la indignación digital en acción callejera.